Desde la implantación de los grados y máster, he ido incorporando a las asignaturas la metodología del aprendizaje basado en problemas, utilizando la evaluación formativa como herramienta en el aprendizaje.
Junto con las necesarias lecciones magistrales, he ido desarrollando sesiones de prácticas de aula en las que estudiantes defienden las soluciones que han obtenido previamente de los problemas planteados.
De una manera análoga, las prácticas de laboratorio se han diseñado expresamente para apoyar la parte teórica de la asignatura. Concretamente, las prácticas de laboratorio abordan el desarrollo del fenómeno tóxico desde dos dimensiones: la toxicodinámica y la toxicocinética que se complementan transversalmente con los temas teóricos de la asignatura y la utilización de ejemplos de agentes tóxicos en los problemas planteados. De esa manera, se introduce el método inductivo en el que los datos obtenidos en el laboratorio se utilizan para generar resultados que a su vez constituyen la base para elaborar unas conclusiones generales que se enmarcan en los temas teóricos.